30.10.11

Azotes fotografiados con compactas

Madrid era nuestra.

Conocíamos sus calles, vivimos en ellas, sufrimos, amamos, rozamos, saltamos, gritamos, corrimos, reimos,  besamos, pegamos, robamos, pintamos, escribimos, fotografiamos, comimos, bebimos, vomitamos, cantamos, disfrutamos, soñamos... Nos perdimos.
Pisamos cada baldosa de suelo y cuando las cambiaban volvíamos a pasar para que nuestra huella, ficticia, quedará ahi. Usamos cada fotomatón que tenia la ciudad, pintamos nuestros nombres en cada esquina y notamos la lluvia en nuestros rostros cada lluvia de verano.
Nos compramos miles de postales que nunca llegaron a ningún lado, nos sentamos en una plaza llena de gente, bailamos al son del cuarteto de cuerda que tocaba en aquella calle. Subimos las escaleras de cada edificio, nos colamos esa noche en el museo y robamos sonrisas a los cuadros. Dormimos en un tejado desde el que se veia el reloj que salía por la tele y tus ojos siempre me decían que sonriera.

Los años pasan, las vidas mueren y nosotros no íbamos a ser especiales.

26.10.11

De esas cosas que te salen en un parque

Y si me encuentras muy despacio
en algún lugar to' borracho
y me dices al oido birguerias
miraré al destino de rodillas.

Si a cada paso me caigo,
si en cada lucha te fallo,
levantaré mi puño en alto
y me alzaré otra vez, otra vez.

No te puedo demostrar
lo triste de mi valia.
No puedo ni alcanzar
un susurro en el espacio.

Tocaré notas en blanco,
un acorde con desgano,
un guiño obcecado
o mi vida desde el tejado.

Y no puedo seguir
con estos versos de marmota.
Y no puedo mentir
con tus labios en mi boca.

24.10.11

No te vayas al olvido

Me compré un corazón pensando que me serviria para afrontar una vida, vendí mi cordura por cinco gramos de acido que me dejaron en una cuneta, extenuado, exánime.
Cada paso acerca a tu boca, cada segundo te alejas un poco mas y vas susurrando los versos de un poeta erratico mientras me miras sabiendo que te traicioné, sin sonrisa en tu cara.
En el valle sentado, sin cara, sin alma, sin cuerpo, desplomado bajo mi sabana de estrellas, el cielo me pertenece, nunca nadie me lo ha robado, aunque digan que nunca fue mio, aunque tú me digas que fue la idea de un demente, que la noche es de la noche, que el día es del día y que yo no puedo convertirme en dios, que yo no puedo ser en lo que nunca quise creer.

Una manzana cae del árbol, una lagrima del cielo y un millón de soles me inducen a mi mas profundo sueño, en una cama de hojarasca, exalando lo poco que quise de vida en cada suspiro entintado por las palabras de un falso profeta. Quise que creyeras en mi amor.
Duermo en el suelo, me llueve en la cara y te puedo besar bajo la lluvia. Labios mojados, mejillas frias y de nuevo esa sonrisa que me llama idiota pero me quiere a la vez. En el bosque podemos morir juntos, por que si te abrazo no te suelto.

8.10.11

Cuarteto de cuerda en el funeral de la memoria

Te levantas con una llamada.

La muerte acecha en cada esquina, pero no quiere contigo, el cielo se vuelve de color purpura y tus pupilas no ven que el billete de metro es un billete al infierno. Pero tu te sientes tan feliz en tu ignorancia, sabes que retozas en la cama con la mas bella, que el sudor lo compartes, que las lenguas se entrelazan en los besos, tú la quieres siempre cerca, tú la quieres siempre en tu cama.

Te duermes con la tele puesta.

Sueños programados de tu mente materialista. Eres el dueño del mundo, tienes todo el dinero, tú dices lo que se hace, tú eliges quien muere... Pero este sueño muestra el fin de los sueños, postrado en una cama el hombre más importante del universo, tú, fumando esos puros tan caros que te han llevado aquí. En el hospital no se puede fumar pero ¿Quien te lo va a impedir? Nadie a venido a verte perecer, avaricia te dejó solo en un mar de oro. Y hoy vas a morir rodeado de prensa y enfermeras. Hoy vas a morir solo y lo sabes, y bajo esa piel tosca y ya casi muerta se esconde el trotamundos que siempre quisiste ser y de sus ojos sale una lagrima, una lagrima que se desliza por tu mejilla.

Te levantas entre sudores.

La mujer que da las noticias a las tantas de la madrugada sigue farfullando las noticias que acarrean al mundo, levantas del sofá y vas a beber agua, de camino al salón te cruzas con ese espejo que pusiste ahí porque no te quedaba más espacio. Y el señor que aparece en el reflejo no se parece en nada a lo que ese joven soñador queria llegar a ser. No hay barba desaliñada, no hay ropa vieja ni sonrisa en la cara, no hay ni rastro del trotamundos que quisiste ser, apenas hay un recuerdo. Asististe a tu propio funeral y no quieres recordarlo, no recuerdas tan siquiera el movimiento armónico simple que dibujaba esa cuerda mientras hablabas con tus amigos de Dalí, Picasso, Monet, Klint y Van Gogh...

La cuerda siempre hará una onda...