29.12.11

Olas verdes

Muerto en la playa de arena blanca que visitabas cada verano, esa canción entre triste y alegre que sigue pegada a tu cabeza... Pregúntame algo.
Ya no eres corporeo, eres un triste espíritu que ha llegado a las puertas del hades, que ha encontrado trompetas a su entrada, que el sol brilla mas fuerte que nunca.
Ey viejo amigo, duerme, ahora descansa para siempre, ahora deja que las lagrimas mas tristes caigan por tu rostro y que tu sonrisa sea mas alegre que nunca, que las extrañas interjecciones de los días perdidos, los días tristes se conviertan en mariposas azules y que ahora que has llegado al final del camino puedas ver como cada una de esas mariposas deja entrever una fracción de tu no vida.

Y gota a gota te estás deshaciendo, en comunión con el mar... Y no tienes nada que decir, absolutamente nada... Ahora te has dado cuenta de que después de la muerte solo hay eso, muerte.

12.12.11

Tus besos en el aire

En la estrella mas cercana construí mi casa, mi piel se tornó en ceniza y mis ojos, hartos de vida, se deshicieron con la visión de esa estrella, esa última estrella. Cuando la sangre corre por mi cara y se evapora al caer de mis mejillas, recuerdo todos esos momentos contigo, con tu cuerpo.
Esas tardes en un campo verde rodeado de amapolas, con una mujer de la que desconozco el nombre, ella me dice que se llama como las flores de este campo, que la gusta que la llamen así. 
Yo para ella soy Gris. Me llama así por que mis ojos siempre están tristes, aunque siempre torne una sonrisa ella sabe de sobra que en mi interior estoy triste, que casi estoy muerto por dentro. Lo sabe por mis ojos, solo por mis ojos.

Y en ese campo me mira riendo por mis comentarios estúpidos mientras agito los brazos intentado explicar cosas insanas, y es en ese momento cuando percibe que el gris de mi mirada se torna de colores alocados, es en ese momento en que sus labios siguen sonriendo y desvia su mirada a las nubes... Esas nubes, esa estrella... Ese fin.

20.11.11

Insomnio/Amnesia

Un día te tumbas en tu cama, cae la noche con un programa aburrido que habla sobre la copula entre ailoropodas melanoleucas... Vamos, putos osos panda. Un panda es ruidoso mientras se zumba a una panda... Te recuerda tanto al porno. ¿Habrá porno con osos panda? Lo hay con perros y caballos, seguro que algún degenerado se ha grabado metiendo su diminuto pene en un oso panda. Seguro.
Y con cada tic se cierra un poco más el ojo izquierdo y con cada tac, el derecho. Y en la pantalla sigue un tipo con pinta de entendido haciendo gestos exagerados mientras explica como el señor panda penetra salvajemente durante treinta segundos a la fogosa señora panda. Ahora más que osos panda eres un jodido koala.

Un golpe en el brazo te despierta. Casi en shock abres los ojos, llenos de ojeras y amoratados. Tu cara es pálida  casi más que la del muerto que están enterrando. Si estabas en tu maravillosa cama de mil euros ¿Que cojones haces en un entierro?
'Pobrecito' pasa por tu cabeza. Pobre desgraciado que no recuerdas ni quien es ni porque mierdas estás en un cementerio, con el mal rollo que te dan. Demasiado George A. Romero y lo sabes. Empieza a temblar el suelo, el ataúd que guarda a tu querido 'nosequien' emite un ruido aterrador y se abre de manera tan violenta que las bisagras se destrozan. Todos gritan, todos huyen... ¡Han vuelto! ¿Y tú? Tú estás contento porque eso significa el fin del mundo. Adios trabajo, adios ex-novia amargada, adios amigos cabrones, adios deudas, y lo mejor, adios mundo cruel.

Esa frase está demasiado usada.

Un pitido clinico te vuelve a abrir los ojos, sala blanca, con cama blanca, sabanas blancas, cortinas blancas, sofás blancos, chismes que pitan blancos. Todo apunta a un hospital, y has sido maravillosamente operado. Ahora como Bob en el Club de la Lucha te has quedado sin las joyas de la corona. Cancer de testículos. Ahora no tienes fisicamente algo que, hace ya décadas, perdiste metaforicamente.
Ni tu gorda mujer fumadora compulsiva está en tu sala, está afuera fumándose otras dos cajas de rubios que la derivarán, tarde o temprano en cancer, no de testículos, obviamente.
Y tú en tu habitación compartida, rodeado de hipócritas que ves todas las semanas y tú con tu estúpido optimismo. No eres el puto Farinelli, tu ni huevos, ni dinero. Y por cierto, de tu magnifica cama de mil euros, ni una astilla.

El sonido de un camarero torpe que se tropieza y el energico grito de una multimillonaria mientras se le mancha el vestido con un James Berry Vineyard Paso Robles del 2007 que iba rumbo a tu mesa. Un vino que su botella cuesta mas que el vestido de esa. Un jodido gasto de dinero porque a ti te sabe exactamente igual que el vino de brick que bebes en fiestas y que mezclas con cocacola, pero las apariencias son las apariencia, no ibas a pillar un Don Simon de euro el litro. Rubia, ojos azules, pechos descomunales plastificados y euforica por que un lapsus ha hecho que su precioso Ali Hirminid, o algo así, no alcanzas a escuchar, se haya manchado con un vino mas caro que el fabuloso Ali comosea. Y no, no se ha manchado con un plato de percebes que chupaba ansiosa en la mesa de al lado, a más de dos metros,  pero si con el puto vino que ibas a tragarte. Rascandote cabizbajo buscas una solución mientras el Cthulu grita al pobre camarero que mearia en tu sopa si no fuera por tu aspecto, lo sabes de sobra por que le has visto hacerselo a otros,  si pudieras verte la cara que el teme seguro que tendría un tono amarillo leproso que tira para atrás. Tu aspecto y tus propinas. Pero obvias, sonríes, te acercas a la del vestido y susurras: “¿Sabes que el percebe tiene un pene veinte veces más grande que su cuerpo?“

Y ya la cama te la sopla.

6.11.11

Schrödinger experimento con mis huesos

Estoy vivo y muerto a la vez, en mi caja soy feliz, en mi muerte hayo el fin, en mi vida intercambio palabras con moscas metalizadas de mirada asesina. En mi caja soy feliz viviendo muerto cada día, en mi caja no hay dolor para un vivo, solo descanso para mentes incautas como la de los gatos.
Ya no tengo que entender el lenguaje confuso como ordenadores de gente que quiere saber sin interes como me siento hoy. Hoy soy el rey de tu mente, mañana estaré muerto.

Bailo como una bolsa al viento, me dejo llevar por suaves brisas de papel maché, navego en olas de cordones y escavo un foso en plastelina verde, azul y blanca. Juego y pinto manchandome las manos, no puedo mirar el futuro, por que mi futuro es el siguiente minuto que pasaré riendo en el patio de recreo, gritando de manera alocada imaginandome capitán de un barco pirata, robando tesoros y bebiendo ron. Pirata de arenero, bucanero a la orden de la enseñanza. Hoy soy el niño de tus recuerdos, mañana estaré muerto.

Y de todos los minutos que pasé en tu cama, rogandole al tiempo que no pasara, que nos dejara cinco minutos mas. Nuestro besos no querían acabar, nuestros labios necesitaban estar el uno junto al otros, nuestros ombligos inseparables y nuestras sabanas manchadas de amor... Miedo y asco en cada momento. Dulce apaciguadora de almas que me quiere encerrada en su cuerpo, mirame y no dejes de hacerlo hasta que mi cara se borre, hasta que mi recuerdo se esfume. Hoy soy el amado que siempre quisiste, mañana estaré muerto.

Estoy vivo y muerto, nunca supe decidirme.

30.10.11

Azotes fotografiados con compactas

Madrid era nuestra.

Conocíamos sus calles, vivimos en ellas, sufrimos, amamos, rozamos, saltamos, gritamos, corrimos, reimos,  besamos, pegamos, robamos, pintamos, escribimos, fotografiamos, comimos, bebimos, vomitamos, cantamos, disfrutamos, soñamos... Nos perdimos.
Pisamos cada baldosa de suelo y cuando las cambiaban volvíamos a pasar para que nuestra huella, ficticia, quedará ahi. Usamos cada fotomatón que tenia la ciudad, pintamos nuestros nombres en cada esquina y notamos la lluvia en nuestros rostros cada lluvia de verano.
Nos compramos miles de postales que nunca llegaron a ningún lado, nos sentamos en una plaza llena de gente, bailamos al son del cuarteto de cuerda que tocaba en aquella calle. Subimos las escaleras de cada edificio, nos colamos esa noche en el museo y robamos sonrisas a los cuadros. Dormimos en un tejado desde el que se veia el reloj que salía por la tele y tus ojos siempre me decían que sonriera.

Los años pasan, las vidas mueren y nosotros no íbamos a ser especiales.

26.10.11

De esas cosas que te salen en un parque

Y si me encuentras muy despacio
en algún lugar to' borracho
y me dices al oido birguerias
miraré al destino de rodillas.

Si a cada paso me caigo,
si en cada lucha te fallo,
levantaré mi puño en alto
y me alzaré otra vez, otra vez.

No te puedo demostrar
lo triste de mi valia.
No puedo ni alcanzar
un susurro en el espacio.

Tocaré notas en blanco,
un acorde con desgano,
un guiño obcecado
o mi vida desde el tejado.

Y no puedo seguir
con estos versos de marmota.
Y no puedo mentir
con tus labios en mi boca.

24.10.11

No te vayas al olvido

Me compré un corazón pensando que me serviria para afrontar una vida, vendí mi cordura por cinco gramos de acido que me dejaron en una cuneta, extenuado, exánime.
Cada paso acerca a tu boca, cada segundo te alejas un poco mas y vas susurrando los versos de un poeta erratico mientras me miras sabiendo que te traicioné, sin sonrisa en tu cara.
En el valle sentado, sin cara, sin alma, sin cuerpo, desplomado bajo mi sabana de estrellas, el cielo me pertenece, nunca nadie me lo ha robado, aunque digan que nunca fue mio, aunque tú me digas que fue la idea de un demente, que la noche es de la noche, que el día es del día y que yo no puedo convertirme en dios, que yo no puedo ser en lo que nunca quise creer.

Una manzana cae del árbol, una lagrima del cielo y un millón de soles me inducen a mi mas profundo sueño, en una cama de hojarasca, exalando lo poco que quise de vida en cada suspiro entintado por las palabras de un falso profeta. Quise que creyeras en mi amor.
Duermo en el suelo, me llueve en la cara y te puedo besar bajo la lluvia. Labios mojados, mejillas frias y de nuevo esa sonrisa que me llama idiota pero me quiere a la vez. En el bosque podemos morir juntos, por que si te abrazo no te suelto.

8.10.11

Cuarteto de cuerda en el funeral de la memoria

Te levantas con una llamada.

La muerte acecha en cada esquina, pero no quiere contigo, el cielo se vuelve de color purpura y tus pupilas no ven que el billete de metro es un billete al infierno. Pero tu te sientes tan feliz en tu ignorancia, sabes que retozas en la cama con la mas bella, que el sudor lo compartes, que las lenguas se entrelazan en los besos, tú la quieres siempre cerca, tú la quieres siempre en tu cama.

Te duermes con la tele puesta.

Sueños programados de tu mente materialista. Eres el dueño del mundo, tienes todo el dinero, tú dices lo que se hace, tú eliges quien muere... Pero este sueño muestra el fin de los sueños, postrado en una cama el hombre más importante del universo, tú, fumando esos puros tan caros que te han llevado aquí. En el hospital no se puede fumar pero ¿Quien te lo va a impedir? Nadie a venido a verte perecer, avaricia te dejó solo en un mar de oro. Y hoy vas a morir rodeado de prensa y enfermeras. Hoy vas a morir solo y lo sabes, y bajo esa piel tosca y ya casi muerta se esconde el trotamundos que siempre quisiste ser y de sus ojos sale una lagrima, una lagrima que se desliza por tu mejilla.

Te levantas entre sudores.

La mujer que da las noticias a las tantas de la madrugada sigue farfullando las noticias que acarrean al mundo, levantas del sofá y vas a beber agua, de camino al salón te cruzas con ese espejo que pusiste ahí porque no te quedaba más espacio. Y el señor que aparece en el reflejo no se parece en nada a lo que ese joven soñador queria llegar a ser. No hay barba desaliñada, no hay ropa vieja ni sonrisa en la cara, no hay ni rastro del trotamundos que quisiste ser, apenas hay un recuerdo. Asististe a tu propio funeral y no quieres recordarlo, no recuerdas tan siquiera el movimiento armónico simple que dibujaba esa cuerda mientras hablabas con tus amigos de Dalí, Picasso, Monet, Klint y Van Gogh...

La cuerda siempre hará una onda...


30.9.11

Aloha i'a au oe

De las suaves arenas que rebosan mis costados al tumbarme al lado de una sirena sin cola, de las aguas dulces que salen de este mar salado. De pájaros pintados y de estrellas enroscadas se nubla el cielo, de alegres melodias se llenan mis válvulas y de tus besos mi boca.
Y es que aquí, en esta playa sin mar, en esta noche sin estrellas solo puedo decirte al oído mil versos, un soneto y cinco rimas faciles para dejarte impresionada. Que soy un mal pintor, que soy un mal poeta, que me falta una oreja como a Vincent y me sobran las ideas para decirte esas cuatro letras que nos vuelven estúpidos a los dos.

Soy el sonambulo en alta mar, el idiota que cayó por la borda y se ahogó entre algas... Mi sirena de cuento, mi dulce reina de los mares... Déjame perder el oxígeno a tu lado una vez mas, ponme un collar de flores y susúrrame al odio, como tu solo sabes hacer: Aloha i'a au oe.

24.9.11

¿De titulo? Mi vida en un canuto

Y de vuelta en un gusano fundido de acero que viaja por los corazones de Madrid, de vuelta entre gritos, lamentaciones y otras razones por las que el suicidio es la única solución, las risas son nuestras gotas de salvación.
Atrás los amigos abandonados, a un lado una maleta llena de vacío y enfrente un ruido ensordecedor que tu adelantas, te ries, hablas y no se te escucha... Pero te ries. Nos nubla el chirrido, nos recuerda a lo frívolo de nuestras mentes y en la neblina del dolor sonico nos encontramos en nuestras tierras, amarillas las paredes y escaleras automáticas que nos elevan al séptimo cielo, y los gordos conformistas que usan ese estúpido ascensor, que no saben mover sus pies coordinados para subir.

Y en la superficie, indiferencia, un manto de césped mojado con cerveza rubia, de los culos de botella que agarramos para tragar y mirar la constelación de Orion en el cielo, divagar de nuestras vidas y perder el rumbo de todo lo vivido, que dentro de años seremos nada... Cenizas encima de cenizas.
Mi amapola creció encima de polvo, sus pétalos cayeron de un disparo y su sangre se esparció en mis sabanas, despierto entre dormidos, muerto entre vivos.

Mi testamento se quemo con mi casa, mi muerte se auguro con gran efectividad. Caída de un noveno, cuerdas de tender rotas y un sonido seco que se acabo dispersando en las palmeras, un remanso de paz entre carreteras. Y ahí, el polen que nos hizo tener alergias, el chocolate que nos hizo reír del vuelo de una mariposa y de nuevo esa rubia en tu regazo...

Una llamada al móvil, una frase... Vosotros lo que pasa es que os habéis fumado muchos porros.

20.9.11

Soy el diseñador de mi propia catástrofe

El rincón mas oscuro de un sueño roto es el hogar de tantas almas perdidas, tantas almas robadas.
Pierdes el rumbo y te encuentras cayendo en un foso sin fondo, el mismo que excavaste con tus manos, porque solo necesitas de tus propias ideas para caer en el mas profundo vacío y morir... Morir desangrado sin sangre, morir con una aguja clavada entre las cejas, con esa cara de estúpido que se me queda cuando veo la sonrisa en tu rostro.

Mi corazón en una caja redundando en forma, y palpita como el del holandés encerrado en cartones, putrefacto y con ya poco que decir, pero ahí sigue, latiendo condenado.

Comprame un regaliz y dejame tirado, diseñando mi destino... Negro, oscuro y completamente desorientado.

Y me vuelvo a caer por el mismo agujero.

15.9.11

Mis ángeles descienden para morir

Mirarse las manos y tenerlas llenas de sangre no augura un buen final. No se de donde salió ni a quien despelleje para encontrarme en una situación tan escabrosa. Corrí por los cerros en la noche clara vestida de sangre, huyendo de sombras grises que se acercan a pasos agigantados a por mi, que me gritan, que me odian.

Agotado perdi la salida y encontré el cuerpo, destripado, lleno de todo tipo de insectos necrófagos. Miro mis manos, las apoyo en mi estomago y al mirar veo que perdí mis entrañas por el camino, que la locura me mato, que la cordura se quedo mirando y desemboco en un suicidio prematuro.

29.7.11

Tender

Resuenan en las pocas corriente de viento que quedan en este yermo, unas pocas notas de una guitarra desafinada, tocada por un manco. El calor sofocante arranca de las gargantas melodías de desesperación, del agua que perdimos en nuestro carruaje.
Y si ella se quedo en la gran ciudad, nosotros nos fuimos al duro campo, a luchar contra nosotros mismos. Nos dieron las armas y un paquete de tabaco a cada uno, nos dieron una patada en el culo y nos arrastraron a este lugar.
"Volveré" le dije, mintiendo y ella mintiéndose, por que ambos sabíamos que no iba a volver, que nadie volvía de la guerra.

Y en cada paso que da el pelotón se cantan canciones triste en esencia, alegres en el tempo. Lo último que nos queda son nuestras voces y no vamos a callarlas mientras vamos rumbo a la muerte, esperando a ese último sentimiento.
Oh mi chica,
 ¿Oh por que? 
Oh dios mio...
Ya no queda diferencias entre nosotros, ya da igual la ideología, ya da igual el color, el idioma o la música que escuchábamos... Pero nos dimos cuenta de que no íbamos a morir, porque ya estábamos muertos.

Oh my baby, oh why? Oh my...

9.7.11

Se ha caido una estrella

Y de la sinrazón a un buque en la nebulosa oscura de nuestras almas. Niños corriendo por verdes praderas existentes solo en nuestras mentes, cuarteadas por la lluvia y sonar de relojes, mundos ya inverosímiles plagados de luchas hipocondriacas contra nuestros propios corazones, ya malheridos, llenos de heridas y espinas clavadas por cruzar las zarzas de un amor... Cualquier amor.
Y tu mente en blanco, el vació de una mirada al llorar lágrimas de cocodrilo, por que los cocodrilos no lloran, los cocodrilos solo matan a las hadas que se convierten en la bebida de nuestros vasos, en el vino tinto que envejece en un rincón, esa cosecha olvidada a causa de los malditos relojes... Otra vez los malditos relojes.

Y escupir en nuestras propias tumbas para reconocernos a nosotros mismo que no fuimos, ni seremos nada, solo unos monolitos de piedra anclados en las faldas de una montaña, solo dos esquirlas en el suelo tiradas y barridas con el sufrimiento de los más cercanos. No quieres amar porque aún no sabes bailar al son de mis frases cortas, de mis metáforas sin sentido y de mis faltas de ortografía. No quieres ser imperfecto, no quieres darte cuenta de que la verdadera perfección es la total indiscreción en las zonas perecederas. Otra vez tus piernas abiertas en una cama, otro chico diferente... Te perdiste en la gran ciudad, no encontraste un camino y tus lágrimas se cristalizaron, se volvieron un dolor intenso en tu jardín... La muerte de tus flores de tanto regarlas.

Y quizás mi vida la tiré por la ventana de un séptimo piso, y se estrelló contra el suelo dejándolo lleno de neuronas y sangre, la sangre derramada de un escritor loco contenedor de basuras imperdonables y asquerosas especulaciones sobre el sexo más prohibido, solo tú y yo en esa cama...

Y otra vez otro diferente al que dejas entrar...

6.7.11

El momento más oscuro del día es justo antes de amanecer

De encontrarme en un mar de fantasías tirado, flotando, rodeado de bestias prehistóricas o simples garabatos de mi imaginación. Sin barco, en un manto de aceite, deambulo entre olas de cartulina y nubes de pegatina, como si el mejor de los marineros me creyese, como un capitán pirata en un bote a remos y en realidad solo estoy en una bañera. Con la cabeza bajo el agua, aguantando la respiración hasta el momento en que el oxigeno ya no pasa por mis bronquios, ese punto en el que la muerte te empieza a abrazar. Mi dulce dama atemporal, otra vez tan cerca y a la vez tan lejos. Sigues mimándome como antes, como tantas veces lo has hecho.

Un segundo más y te invito a un café, en mi pequeña sala de estar lúgubre, de colores tenues y con sillones ya roídos por los ratones. Y una vez más esas conversaciones sin sentido, esas risas enloquecidas y esas burbujas en el aire. Y de aquí a mi salón de baile ¿Qué será esta vez? ¿Un vals? ¿Un tango? ¿O tal vez un rock ‘n’ roll? Me da igual musa blanca, me da igual. Tu mano entrelazada con la mía, mi pierna que separa las tuyas, un paso adelante, un paso atrás y al inclinarte tus labios rozan los míos pero pasan de largo hacia mis oídos y me dices entre dientes que me vaya, que no vuelva a estar con ella.

Y entre aguas me despierto sin viento en mis pulmones, una vez más te has ido y me has abandonado. Venerar la muerte nunca me llevó a ella, nunca me dejó acabar a su lado, en su cama. Solo lo hicimos una vez, solo llenamos de sudor y semen nuestras sabanas una vez y mil besos apasionados se convirtieron en ceniza… Ceniza que se volvió diamante. Te espero aquí sentado, en la cornisa de un rascacielos, cuando las luces ya se han colapsado.

Háblame en la oscuridad del día.

3.7.11

Cuando el Sol se eclipsa para amanecer

Cuando apagas las luces de tu alcoba y olvidas que mi corazón es tuyo y que no hay nada más que hablar, me matas. Matas a un muerto, matas el olor a jazmín y lavanda que guardo en un bote, ese bote. Y antes de que te des cuenta que el mio no es nada, que huele a miseria y barra del bar, y muy poco más, lo camuflaré con el olor de tu cuerpo, con el rápido respirar al besar tu cuello, con los corazones oscuros escritos en tinta invisible y con las palabras de un necio que no sabe que decir.

Que si miro fuerte al sol me quemo y si miro a la luna me caigo. Mis besos en una caja junto al corazón marchito de un navegante de sueño, de un misionero al fondo del mar... Mis zapatos son cemento, mi mirada triste y mi sonrisa gris... Mañana muero.

Y en la cama junto a ti, y tus labios en los míos, y el olor a hormonas que cierra el ambiente. Y ese maldito muñeco con reloj, que cuenta cada segundo juntos, que observa distante como nuestros cuerpos se entrelazan en una espiral incandescente. Es mi cuerpo un horno, es el tuyo el infierno... El infierno más bonito en el que he estado, en el que si Dante Alighieri hubiera caído no se hubiera ido, se hubiera escondido en uno de tus rincones para disfrutar. Y si miro tus ojos veo la enana irregular de sagitario, y me ahogo en el vació del espacio. Pero cada vez que escribo una palabra tuya huyes, y me dejas aquí perdido, en un mar de palabras sin sentido de un loco, enamorado perdido.

Nave V-983 desde NGC 4214 a base: No hay combustible... Protocolo activado... Adiós.

26.6.11

Salto al suelo con tu foto en mis manos

Siempre fui una oveja negra que quiso teñir el cielo de morado, fui un ángel que nació sin alas y vio como todos volaban… Desde el suelo, desde la basura. Soy el Ícaro desconocido que llego al cielo y consiguió besarlo, que cayó al suelo y no consiguió notarlo. Un maldito sin techo que urde las muertes de su gente más cercana.

Soy un golem de papel que se vuela con el aire y mis palabras se difunden entre los ojos atónitos de cuatro imbéciles que escondieron sus alas para sentirse diferentes. Que de tritones en las altas mareas maté a montones y que lo prohibido para mi es eso que se escapa entre tus piernas.

Ni romántico, ni apasionado… Ni siquiera sé si mi corazón aún late porque le quité el cable del sonido para no oír sus golpes al mirarte, para que no me diera cuando quería escapar y besarte él solo, que a lo mejor se fue tras otra. Dura... Triste… Odiada…


Y me tienes en tu pared colgado como un trofeo de caza.

19.6.11

Vomitando de Asco en mi Camiseta

Y con 300 miligramos en sangre de alcohol escribo en el aire toda clase de penas, augurios perdidos en un viento malogrado que me dice que a esa chica la amé, y a ti también, y que tantas mujeres en mi vida que quise besar y por miedo no pude, y por cobardía me anduve en una inhóspita parada de vómitos y borracheras, de petas y de hierba que me dejaron en mi estado.

Que yo quise estar a tu lado, pero algo extraño me impidió, el verte, y quise, embriagado en whisky, besar tus labios como la primera vez, empalmarme con tus caricias y sentir el placer de tu cuerpo rozando el mío.

Que da igual el nombre de la persona, que no importan fronteras ni etnias, que lo único que quiero es un poco de ese amor certero, de esa lucha de mi corazón contra la mente, de tanta gente que merece un suplicio, que no se da cuenta de su desamparo.

Un secreto a voces, escondido a plena vista y mostrando mis dotes a aquel que me toque. Muéstrame mis penas, dime lo que hice mal y ponme de beber una vez más…

...Borracho, escribo mejor las penas.

13.6.11

La Bala Que Nunca Pudo Matar

En aquellos campos remotos en los que la horrible civilización no había llegado, donde las flores se extendían a mas que una maceta y el aire aún se respira me encontrarás, junto a un acantilado mirando al mar, con la mirada perdida en una abeja posada en flores rojas, con un disparo entre ceja y ceja y una estúpida idea que se disipa con el humo. Con la brisa golpeando mis zapatos y una bicicleta roída por el tiempo.

La muerte no viene a por mí y sigo tirado en este acantilado, será porque ella me amó y ya no quiere verme porque la rompí el corazón, me odia tanto que no desea mi muerte, prefiere verme tirado, esperando a que ella venga para librarme de este dolor.

La sangré ya tiznada de marrón por el tiempo esperando, las flores ya cansadas se murieron y el sol se ha vuelto a poner… Pero volverá a salir, una y otra vez, no hay final para mí. Castigado como Prometeo, Tántalo, Teseo y Piritoo, azotado con el paso del tiempo que no pasa, con la mirada perpleja observando a las nubes oscuras. No siento no la lluvia en mi cara, ni el suave aroma de tierra mojada o la brisa marina que vuela a mí alrededor.

Besé a quien no debí besar, enamoré a la muerte y ahora no me deja desaparecer.

7.6.11

Mariposas Muertas en el Jardín de mis Afueras

¿Recuerdas cuando perdimos el rumbo del viento? ¿Cuándo las gotas de agua se perdieron a lo lejos? ¿Del batir de alas rojas y moradas que nos dejaron en vereda? Son nuestras campanas, campanas que repican a las almas que se van y no, no volverán.

Que tu sonrisa me dejó tirado en la carretera, que me olvidaste como a una maleta y no dijiste tan siquiera “adiós”… Azules pasan las horas en este badén perdido de la mano de un Dios que ya no cree en mí, que rompiste las cuerdas de mi guitarra con las dulces notas de tu voz blanca. Y siempre mentiste para decirme la verdad y me diste una ocarina que no quiere oler mi aliento. Y no entiendo porque en el cajón de los sueños que enzarzan mi vida me encuentro a mi mismo atado a una esquina y gritando de dolor por las injurias hacia los bigotes de mi gato, hacia las dulces ventanas cerradas que me dieron cobijo donde no había pared, donde solo había ilusiones muertas de asco y otros vómitos de ira.

Aún recuerdo las chispas de tus andares y el olvido profundo de mi mente en ellos. Si ya no se hablar, ni escribir ¿Cómo voy a saber besar?

A veces llueve… Otras sale el sol.

30.5.11

Canto de IRA: Texto Sordido para Mentes Puritanas

Los idiotas que rezan a falsos dioses comiendo sus pollas sagradas y santificándose con sus corridas me convirtieron en esto.

Imbéciles intransigentes que se arrancaron los oídos para no escuchar a lo que piensan, para meterse más falos por el ano, que dicen ser justos y lo primero son favoritismos, que disfrutan la sodomía cuando ellos mismos la prohíben.

Bastardos retrógrados ¡Que les jodan!

Que me voy lejos de aquí, donde viva solo y no esté rodeado de absurdos bufones que luchan contra ellos mismos para sentirse bien, con sus pezones erectos de saberse hipócritas.

Sucios asquerosos que vomitan los desechos del basurero, que comen lo que ni las ratas quieren. Bastardos que me desprestigiaron y me exiliaron, aprendí yo solo y me hice único, me patearon la cabeza y me hicieron escuchar sus marchitas gilipolleces…

Que me voy para no chupar sus pollas.

29.5.11

Pura Felicidad en una Capsula Negra


¿De cómo murió? Fue sobredosis de “felicidad”. La pobre no aguantó más y se metió demasiada. Solo hay que verlo en su cara, esa sonrisa tan preciosa que se les queda a los pobres bastardos que quieren ser felices. No lo comprendo, se creen que la “felicidad” se compra y que lo soluciona todo, mil pastillas en sus estómagos y tan contentos.

Me doy cuenta de la mierda que es todo esto, de los amigos que he perdido por culpa de esa gilipollez… Terminé aquí, en esta jodida sección, viendo cada a día a jóvenes muertos por la nueva esperanza, y no hacen nada, es mejor dejarlos morir… Joder.

Hace poco vi a una antigua compañera, se había reventado las ideas antes de tomar esa mierda, y solo dejó una hoja en la que escribió: “Puta mierda en mi cabeza”. Eso era horrible, un espectáculo macabro, todo llevo de vísceras, sangre; se llenó de cortes los brazos para decir su último adiós. Ya no queda esperanza, ya no hay niños en las calles, no hay luna por las noches, ni siquiera verde en las plantas. En fin…

Apunta, sujeto 22367-K, muerto.

25.5.11

Destrocé un invierno con la primavera


En el ansia del despertar me caí de la cama y te vi llorar en el pasillo del jolgorio, y tu pelo mal cortado dejando un rastro de mechones avanzaba a la puerta. Y te fuiste a la playa y encontraste conchas olvidadas: Azules, verdes y cristal. Que te veo semidesnuda implorando al aire que te convierta en partículas y te deje viajar con él, que mi musa se ha cansado de sentirse encerrada en un pincel seco y de dormir siempre en la misma cama.

Ya no quieres besos apasionados, ya no quieres que nuestros cuerpos se rocen, ni quieres una palabra de amor. Te he visto hacer las maletas y escribir esa nota, he hurgado entre tus cosas y he encontrado un billete de avión, me dejas en Venezia y te vas a París, que dicen que allí hay mil poetas con talento y yo ya no valgo ni para amar.

Estoy viejo y desanimado, estoy a un metro del sucio final, sin amor entre tus piernas, ni dos párrafos con un sentido… Que me veo ahorcado y no sé qué me pasa. Que te veo lejos y me veo ahorcado.

23.5.11

Arráncame el cerebro y sorbelo con una pajita de color

Que vendo mi alma por cinco céntimos y vomito en cada esquina las canciones que nunca te di. Que la muerte de mis hermanos no cambio mi expresión y maté alguno por comerme su corazón. Mis manos manchadas de sangre y mi princesa en una cornisa a punto de suicidarse, ahora recuerdo porque me arranqué los ojos y porque soy ciego para todos.

Háblame tú que tienes alas y déjame sentir lo bien que se está en las nubes mientras sigo en mi maldito infierno personal, quemándome y esperando a que algún día me devuelvan mi alegría. Y si te atreves quédate a escucharme, escucharme decir todo lo que fui, de mis aventuras imaginadas, de mis besos alargados en el tiempo y mil recuerdos de joven muerto.

Hoy me voy de aquí, no moriré, no para mí…

15.5.11

Elegía a un Yo Muerto

Y por fin has dado el último paso, ahora estas en una caja de contrachapado a punto de ser incinerado. Te has convertido en un cigarrillo más, ahora serás tú el que acabe siendo ceniza. No sé qué decirte, somos la misma persona, más o menos, las lagrimas se me desbordan de los ojos por verme a mí mismo muerto, frio, maquillado para parecer real.

Cogí tu mechero y queme el aire, queme el cielo y queme la dicha, pero no conseguí nada, ninguna respuesta… Era esa mirada tuya, esa chispa de tus ojos que llamaba la atención a la gente, tú y tu puta manía de llamar la atención. Nunca me caíste bien, es más llegue a odiarte, pero ya estás muerto, no se puede odiar alguien muerto, no hace daño, solo ocupa un hoyo en el suelo, o ni eso, por que a ti te van a dar libertad, vas a formar parte del aire… Nadie quiere tener tus cenizas cerca. Si me miro te veo y me fumo la última colilla de tu vida.

Fuiste… Así resumiría tu vida, después de tantas drogas y tantas cenizas en el cenicero, cuelgas tu vida para darle una última calada, no te imagino como un angelito, un angelito fumador, una visión curiosa. Bueno, empieza a entrar gente, sabes que odio que me vean ¿Qué? ¿Un último cigarro? Claro compañero, aquí tienes. ¡Ah! Me di cuenta tarde de que lo único que arde son nuestros propios cuerpos.

“Yo nunca te odié, así que nos vemos en otra vida”

13.5.11

Aguaceros Malolientes en el Desamparo

Oigo disparos y no de noche. Caen susurros a voces y me dices entre palmeras que nunca fuiste un vendido. Que dejaste tu vida a un lado por hacer lo común y nos abandonaste por que las melodías de un fugitivo en re menor te hicieron corren con las mariposas.

Jamás pensé que tú te irías, siempre creí que sería yo el que huiría de este mundo, desolado, amargado, con cicatrices de tantos pensamientos que se clavan como espadas, que de los dolores vividos ninguno he sentido como el de tus miradas. Ahora, tú, yo no, tocas en una colina, silbándole a la luna melodías y heroína, que por eso te convirtieron en lo que eres. La música no cura nada, solo lo hace llevadero y de drogas hasta las cejas, solo olvidas tu nombre y tu fecha.

Entraste en el juego y ahora como dos posesos fumamos hasta que no haya mañana y nos comemos las migajas que quedaron de nuestros cerebros. Y mi pala sigue cavando tu agujero, por que día a día nos matamos y cuando nos alcemos en la luna llena caeremos rodando por la colina de escoria que creamos con nuestras mentiras… Me apetece una manzana de tu huerto prohibido.

Saxo y un suave charles en la lejanía.

11.5.11

Borrachos, odiados y enamorados

No creo que los duros gritos que nos lanzamos de noche espanten a los murciélagos sordos de mi azotea. No creo que el humo de nuestro cigarrillo cree nubes de tormenta, pero por si acaso lame tu cigarrillo y entonces bésame, bésame cuando tus ojos no me conozcan, cuando tu mente no quiera besarme. Quiero volver a besar esos labios embriagados del aroma a alcohol, quiero que por tus mejillas caigan lágrimas de ira y alguna de alegría. Solo otra vez esa cara de niña buena que se imagina princesa bajo unas sabanas de lino, solo esa frase, una vez más, como si esto nunca hubiera pasado.

Un secreto bien guardado que escribimos mientras nos besábamos, una injuria a nuestros fines y la muerte de algunos pensamientos libres. Nunca fuimos, ni seremos. Dos borrachos encantados, que se odian y se aman a la vez, en el tejado de un castillo imaginario que jamás pensé. Y esa noche volamos con dragones y sentimos las caricias de las nubes en nuestros oídos y el susurro del fragor de la batalla entre nuestros corazones.

Y perdimos el rumbo de las horas, las miradas entrecruzadas y las palabras calladas. Aunque resurja de mis cenizas, el viento podrido que resoplo entre mis dientes descargar su furia contra mi pecho. Veintitrés puñaladas en la cabeza y dos en el corazón me dejaron moribundo en una pesadilla de destierro.

Hazme lo que quieras… Esta noche soy todo tuyo.

10.5.11

El Secreto Peor Guardado

Quiero contarte, mi querida princesa, una historia perdida por los años, que ni siquiera se hila, son solo perdidas del conocimiento de uno que dicen fue menos. Sin ningún sentido escribió mil y tres secretos que guardó en la palma de la mano, textos denominados "basura" por eones de hermandades, que una tras otras perdían el respeto hacia lo que hoy tus ojos van a escuchar.
No me preguntes como los encontré, no me preguntes si alguna vez los miré, solo puedo decir que cuentan que el alma de LeFleu se encuentra en este libro, arrancada por el mismo y pegada en cada página.
Olvidad luego todo lo que leáis y escribid por vos misma novelas de ciencia ficción.

En teoría todo esto es un secreto, pero él mismo dijo que el peor guardado, que todo el mundo supiera de su locura, de sus tinieblas. Aprende a odiar y mirarme con esos ojos carmesí, por que nunca vi a una princesa llorar, siempre las vi feliz... Yo soy el trovador de las noche mal queridas, de los amores inacabados y las promesas incumplidas. Soy la perdición de la mente, soy el gato negro que maúlla en las esquinas y en mis pisadas encontraras todo lo que fue de un corazón.

"Me odio por ser un secreto mal guardado."